Uno de los sectores más afectados por el confinamiento, es la hostelería. Algunos de estos negocios siguen trabajando a través de repartos a domicilio, pero la gran parte ha echado el cierre. Sin embargo, la vuelta a la normalidad está más cerca y es importante ir actuando en consecuencia. En estos momentos los hosteleros ya exigen permisos de terraza más largos y laxos.
Hosteleros exigen permisos de terraza más amplios
La hostelería en Madrid ha caído un 98%. El 2% restante se corresponde al a venta a domicilio. Una pérdida estimada de 850 millones de euros y una reducción de la facturación de un 43%, lo que tendría un impacto económico importante, con 2.645 millones de euros menos respecto al 2020.
Esta recuperación económica de la economía de nuestro país y del sector de la hostelería, arrancará en la temporada de primavera-verano. Para conseguirlo, el sector exige medidas adicionales como permisos de terraza más amplios para favorecer el consumo.
Nadie duda de que la experiencia en terraza es inigualable. Sin embargo, no siempre son accesibles, dado que por el mal tiempo tienden a permanecer cerradas al no resultar agradables. Asimismo, no siempre hay espacio suficiente para instalarlas.
Sin embargo, se espera que las 5.323 terrazas que están autorizadas para abrir en Madrid sean estratégicas para iniciar una recuperación de la hostelería. Aunque es una cifra escasa si tenemos en cuenta que hay más de 13.800 locales sin terraza.
Lo que exige el sector, es que se permita de forma excepcional instalar zonas de consumo exterior para los locales sin terraza. De tal forma que puedan tener una parte del aforo fuera, para que dentro se pueda respetar las distancias y para que resulte más agradable para los clientes.
Estamos ante una serie de medidas que se han propuesto para la primera fase que iría hasta el 31 de diciembre de 2020 y que se podrían ampliar hasta en 2020, todo en base a la evolución de la economía.
Los negocios que no tienen autorizada una terraza, podrían proceder a la instalación de mesas y sillas anexas frente a la fachada del establecimiento, reduciendo los 2,5 metros que se piden a 1,5 metros de acera.
También podría resultar interesante alargar la duración de las terrazas, para que estén más tiempo de lo habitual. Así como una renuncia temporal al cobro de las tasas de las terrazas para el 2020.
Unas medidas excepcionales, sin lugar a dudas, pero necesarias en una situación excepcional.